Abogo por el consumo
ecológico y entendiendo éste como aquel que incorpora la preocupación por el efecto
medioambiental del producto consumido, es decir, aquel que se deriva del
acto del consumo y del proceso de elaboración del producto.
Ventajas:
da solución al problema de la relación entre consumo y medio ambiente
centrándose en el proceso de producción y en el producto de consumo. Además, el
hombre porque es hombre, va a consumir, es decir, que el consumo sea el que sea
y el nombre que se le de, forma parte del ser humano. Pero por eso mismo, porque
estamos hablando de un ser humano, dicho consumo ha de tener en cuenta a toda
al medio ambiente, es decir, un consumo ecológico.
Desventajas:
los productos ecológicos son más caros y ello parece ir en contra del principio
de que quien contamina paga y el consumo ecológico se constituye como un tipo
de consumo y no como menos consumo. También infravalora la importancia de los
hábitos del consumidor.
El modelo del consumo ecológico supone el mismo grado
de consumo y no parece constituir por sí solo una solución a la problemática
relación que se establece entre consumo y medio ambiente. Precisa, además,
cambios en las costumbres del consumidor, es decir, un consumo ecológico
inconsciente podría suponer incluso mayor consumo y, en consecuencia, mayor
impacto medioambiental.
Es verdad que las organizaciones empresariales
introducen cambios en los procesos de producción, asumiendo que determinados
clientes están dispuestos a pagar más por productos ecológicos. Luego el
consumo de estos productos se convierte en un consumo socialmente responsable
que incorpora ciertos sacrificios por parte del consumidor en la eficacia del
producto, si ello contribuye a la mejora medioambiental. Por consiguiente, se
está dando una transformación en las actitudes de la sociedad, los consumidores
y los fabricantes.
No obstante, la mayoría de la gente no parece estar
dispuesta a consumir menos si ello va en detrimento de sus aspiraciones. Esto hace
que el consumo ecológico genere no pocas paradojas: por un lado los productos
ecológicos son más caros y ello parece ir en contra del principio de que quien
contamina paga y, por otro, el consumo ecológico se constituye como un tipo de
consumo y no con actitudes respetuosas con el entorno natural. Reducir las
consecuencias que se derivan del consumo puede ser costoso, pero más costoso
será paliar en el futuro tales consecuencias.
Creo que el problema del medio ambiente se pueden minimizar
siempre y cuando:
- Se reduzcan las consecuencias del
consumo.
- Las empresas tengan en cuenta sus
obligaciones morales.
- Se hagan campañas para concienciar a
las personas.
- Las organizaciones empresariales
respeten los intereses y los ideales colectivos.
- Los dirigentes de las organizaciones
empresariales sean cada día más conscientes de su función social y de las
consecuencias medioambientales que se derivan de sus acciones.
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