No se puede
conciliar trabajo y familia si no se defiende la complementariedad de lo
masculino y femenino. El “feminismo” de la complementariedad, que supera el
machismo, la "masculinización" de las mujeres, la
"feminización" de los varones y considerar el sexo masculino como lo
peor, pretende conservar y ahondar en la defensa de la igualdad de derechos. Es
decir, intenta aunar las categorías de igualdad y diferencia entre hombre y
mujer. Se trata de evitar caer en los errores, tanto del “subordinacionismo”,
como del igualitarismo. Ambos son excesos en los que han incidido quienes han
desequilibrado la balanza a favor de la diferencia o, por el contrario, de la igualdad.
Hablar de
complementariedad es presuponer que hombres y mujeres somos diferentes, pero, y
al mismo tiempo, iguales: esto hace que seamos complementarios (perspectivas y
enfoques complementarios de la realidad).
Pero no hay
que obviar que tales diferencias no llegan a romper la igualdad ontológica, en
cuanto que hombres y mujeres somos personas y, por lo tanto, poseemos la misma
dignidad ontológica. De este modo, la distinción presupone necesariamente la
igualdad. Existe solamente una persona con dos modalidades: la femenina y la
masculina.
Esa
complementariedad del varón y la mujer es un medio para conciliar trabajo y
familia en el reparto de responsabilidades domésticas y económicas. Desde esa
igualdad ontológica entre mujer y varón solamente es posible armonizarse el
trabajo de los dos y la familia.
En resumen, la
complementariedad implica la inadecuación de imponer un concreto modelo, ya sea
masculino o femenino, de actuación. Partiendo de la igual dignidad de los seres
humanos, lo que encontramos son diferentes y complementarias
"cristalizaciones" de los valores y cualidades: lo femenino y lo
masculino.
Muy cierto Roberto. A mi ver, y por experiencia cuando se esta conciente de lo complementarios que podemos ser, este transito por el mundo se disfruta y se aprende mucho. Muchas gracias por recordar este tema tan importante. Sobretodo en estos tiempos .
ResponderEliminarMe ha gustado el enfoque. Estamos bastante perdidos en este tema, dando bandazos hacia uno y otro extremo. Es un tema difícil de resolver pero sobre el que tendríamos que tener más debate responsable para llegar a una verdadera solución.
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