Querer
la muerte digna de un enfermo que sufre es darle los cuidados que necesita, porque
lo que es indigno y retrogrado es que el ser humano muera con dolor, con
sufrimientos evitables por no tener acceso a unos cuidados de calidad.
El
sufrimiento al final de la vida de un ser humano sería perfectamente evitable
si dispusiera de suficientes recursos para tener este acceso.
Los cuidados paliativos suponen la consideración médica de la persona como un todo. Acompañar y cuidar nos hace más humanos. Se ensancha nuestra personalidad y crece nuestra humanidad. Somos seres relacionales por lo que siempre nos interpela la fragilidad y vulnerabilidad del otro en la que vemos reflejada la propia.
Los cuidados paliativos palian y luchan contra el sufrimiento, la vulnerabilidad, la soledad a través del alivio y el acompañamiento. Nos sumergen en la reflexión antropológica de nuestra propia limitación, finitud y fragilidad.
Los cuidados paliativos son la manera humana y progresista de eliminar el dolor, que procura el trato digno que toda persona merece en atención a su inviolable dignidad. Son una rama de la medicina y la eutanasia supone el fracaso de la medicina, porque adelantar la muerte a quien sufre no es hacerse cargo del sufriente, sino elimina su vida para eliminar su sufrimiento.
Soluciones prácticas:
De 75.000 a 80.000 españoles al año no tienen
acceso a cuidados paliativos. Luego, no están garantizando la igualdad y la no
discriminación de las personas en el proceso de morir a la hora de recibir
servicios del ámbito social y sanitario. Para ello:
Es
preciso que esta realidad se transforme en un derecho para que los ciudadanos
lo puedan exigir, por eso hay que reclamar a los políticos que elaboren una Ley
Nacional de Cuidados Paliativos, con presupuesto económico, para que la atención al final de la
vida no sea el privilegio de unos pocos, si no el derecho de todos, sobre todo,
en una sociedad que fallece a una edad cada vez más avanzada y que, en algún
momento de su vida va a tener que precisarlos.
En
este sentido, la Organización Médica Colegial de España y la Sociedad Española
de Cuidados Paliativos reclaman una Ley Nacional de Cuidados Paliativos que
recojan estos puntos:
-Una
Ley que garantice el derecho de todas las personas a recibir unos cuidados
paliativos de calidad acordes a su dignidad.
-Una Ley
que ordene los recursos y ofrezca garantías para que en España nadie padezca un
sufrimiento evitable cuando padece una enfermedad avanzada e incurable, en fase
terminal.
-Una
Ley que garantice un tratamiento adecuado para hacer frente a los síntomas
físicos, psicológicos, afectivos-emocionales, sociales y espirituales-religiosos.
-Una Ley
que tenga a la persona como protagonista de su proceso, su centro y sujeto
activo de atención.
-Una Ley
que ofrezca un plan de cuidado integral del dolor y del sufrimiento centrado en
el paciente.
-Una
Ley que tenga en cuenta las dificultades de la familia para cuidar al enfermo y
garantice soluciones prácticas.
Esperemos
que nuestros parlamentarios asuman la voluntad política para elaborar esta Ley
Nacional de Cuidados Paliativos, dotada de recursos presupuestarios, de lo
contrario no servirá para mucho si solo se publica en el Boletín Oficial del
Estado sin presupuesto ni memoria económicas que la acompañen.
Es
también preciso la voluntad política de los gestores sanitarios para dotar de
recursos asistenciales, humanos y formativos en Atención Primaria,
hospitalaria, residencial, domiciliaria.
En
España, aparte de aprobar una ley de cuidados paliativos con dotación
presupuestaria, es imprescindible que haya médicos de Cuidados Paliativos, pues
contamos con la mitad de servicios especializados de los que harían
falta.
Por lo tanto, es necesario la formación en las facultades de Medicina y de Enfermería: de las más de cuarenta facultades de medicina que hay en el país, solo diez imparten paliativos en asignaturas obligatorias y otras tantas lo ofrecen de forma optativa, mientras que el resto no enseña cuidados paliativos a sus alumnos, como se imparte en países como Italia, Alemania, Reino Unido, Noruega o Francia. Luego, todas las facultades de medicina y enfermería deberían cursar una asignatura universitaria obligatoria de cuidados paliativos a pie de cama o de simulación.
Quisiera terminar con unas palabras del doctor Bátiz, que trabaja actualmente en el servicio sanitario en Cuidados Paliativos en el Hospital de San Juan de Dios de Santurce, y de la doctora Saunders fundadora de los cuidados paliativos, enfermera, trabajadora social y médica británica,
El Dr. Bátiz afirma: “Si lo único que nos interesa es la enfermedad, olvidándonos de quien la padece, nos faltará algo para hacerlo del todo bien. Los profesionales sanitarios de cuidados paliativos deben ofrecer lo que más necesitan las personas que se encuentran en el umbral de salida de su vida: cuidar a la persona y preservar su dignidad con nuestro comportamiento cercano, nuestra actitud empática, con nuestra compasión y con nuestro diálogo para poder conocer el contexto vital del enfermo”.
La doctora Cecily Saunders resume a la perfección lo que son los cuidados paliativos y en qué consisten: “Tú importas porque eres tú, y tú importas hasta el último momento de tu vida. Nosotros haremos todo lo que podamos, no sólo para ayudarte a morir apaciblemente, sino también para ayudarte a vivir hasta que mueras”.
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