¿No habría sido más
necesaria haber aprobado una Ley nacional de Cuidados Paliativos?, ¿PARA CUÁNDO esta ley?
Según el Atlas Europeo de Cuidados Paliativos del 2019, España
está por debajo de la media europea en cuidados paliativos. Este
Informe, que compara la situación de estos cuidados en 51 países europeos,
afirma que España está muy lejos de la media europea en dotación económica según
el número de habitantes.
Todas
estas cosas hacen que la sociedad en general desconozca lo que son verdaderamente
los cuidados paliativos. Solo los conocen y se dan cuentan de cómo trabajan
cuando han tenido relación con ellos.
Por
eso, es preciso que fomentemos y divulguemos su conocimiento. Necesitamos una
cultura paliativa, una cultura del cuidado.
¿Qué
son los Cuidados Paliativos?
-Ponen en el centro la multidimensionalidad de la persona. En efecto, la enfermedad influye en todas las dimensiones de las personas, del tal modo que no somos solo un cuerpo físico. Cuando una persona enferma, enferma todas sus dimensiones, y no sólo su dimensión física, sino totalidad de su persona. Así es, el dolor y las limitaciones impuestas por la propia enfermedad influyen en todo él.
Ciertamente,
la enfermedad y el dolor, como expresión de la fragilidad y limitación de los
seres humanos, no son asuntos puramente físicos. Por consiguiente, no es
suficiente una medicina que luche exclusivamente contra la enfermedad física,
sino que se precisa de una medicina que trate la enfermedad de la persona de
forma integral, y a esto es a lo que se dedica el área médica de los Cuidados
Paliativos.
De tal
modo que la enfermedad influye en todas sus dimensiones: su Dimensión
Cognitiva; Psicológica; Emocional; Social; Ética; Espiritual y Religiosa. A
todas esas dimensiones hay que atender porque están enfermas, porque yo estoy
enfermo.
Es
fundamental tener en cuenta que cada una de estas dimensiones,
interrelacionadas entre sí, influyen decisivamente en el estado de salud
general del paciente, de tal modo que una alteración en el estado de cualquiera
de ellas repercutirá, indudablemente, en las restantes.
Concretamente,
la enfermedad puede conllevar dolor físico. Los Cuidados Paliativos procuran que el enfermo no
soporte ni tenga dolor físico. Por eso, evitan
pruebas diagnósticas y no realizan tratamientos innecesarios e inútiles.
Se encarga también de la dimensión psicológica del enfermo que se traduce en resolver y aliviar los síntomas emocionales, como son los sufrimientos, los temores, los miedos ante la llegada de la muerte. Para ello, los Cuidados Paliativos proporcionan compañía, afecto, evitando la soledad y el abandono al final de la vida humana.
También
de su dimensión social, porque existen sufrimientos sociales: el ser
humano también sufre por su entorno, le quedan temas pendientes por resolver, y
eso le genera sufrimiento.
También
los Cuidados Paliativos abordan la dimensión espiritual o trascendental del enfermo, en
concreto, cuando la vida se está acabando uno se hace con más fuerza la
pregunta por el sentido de la vida. Por eso, se acompaña al enfermo para que
revise su biografía, y compruebe que su vida ha tenido sentido. Eso le ayudará
a morir en paz.
-El
enfermo, en la etapa terminal de su enfermedad, ha comprendido que la medicina
curativa ya no le cura, pero tiene necesidad de su familia, de sus amigos y de los
profesionales sanitarios.
Efectivamente, el
enfermo terminal e incurable no necesita de una medicina preventiva y curativa,
sino paliativa. Una medicina del cuidado y del acompañamiento que se hace cargo
de las personas que padecen una enfermedad avanzada, incurable y en fase
terminal.
Y este
es un tema muy serio, porque lo que está en juego es la humanización del
proceso de morir de una persona.
-Sólo
son aplicables cuando una persona presenta un cuadro clínico irreversible,
debido a enfermedades incurables, o a situaciones que traen consigo
sufrimientos físicos y psíquicos.
-No buscan
intencionadamente la muerte, pero tampoco prolongan una agonía innecesaria, es
decir, en contra de lo que se llama obstinación terapéutica. No es lo mismo
alargar la vida que prolongar la muerte.
-Dignifican
el cuidado del enfermo. Cuidan a la persona que está enferma para seguir a su
lado, respetándola, y, a la vez, estudian su biología dañada para abstenerse de
acciones que no le van a reportar ningún beneficio. En consecuencia, estos
cuidados no tienen que ver con la muerte, sino con la vida.
-No
tienen como objetivo alargar la vida, sino que la ensanchan. Procuran que el
enfermo tenga el mayor grado de confort y bienestar dentro de la enfermedad
terminal.
-Los Cuidados Paliativos atienden, cuidan y ayudan también a la familia ante la pérdida de su ser querido. Cuidar a la familia es muy importante para el enfermo. En muchas ocasiones, el propio enfermo sufre porque ve sufrir a su familia. Si observa que el equipo asistencial cuida también a su familia se sentirá bien.
-Los Cuidados Paliativos no son una alternativa a la eutanasia, porque son la única solución médica-sanitaria para el sufrimiento humano. La Medicina Paliativa constituye la única opción médica-asistencial compatible con morir dignamente en un contexto humanizado. Paliar es mitigar el sufrimiento, reafirmando la importancia de la vida, pero aceptando que la muerte es una realidad humana. Es la mejor manera de ayudar a morir al enfermo, no “ayudándolo” a terminar con él.
-Los Cuidados Paliativos no sólo ofrecen soluciones técnicas, sino también asistenciales y de acompañamiento. Para ello, el servicio de Cuidados Paliativos lo forman equipos multidisciplinares, porque un cuidado integral requiere la estrecha cooperación de equipos multidisciplinares. Estos médicos y su equipo tienen la responsabilidad de presentar el rostro más humano frente al enfermo incurable que vive una dramática situación próxima a la muerte.
Para
llevar a cabo esa responsabilidad es necesario que este equipo médico posea,
como mínimo, dos actitudes imprescindibles.
La primera actitud del equipo médico en Cuidados Paliativos es la de la admiración puramente existencial ante ese ser humano debilitado que reclama una protección y un cuidado respetuosos. La segunda es saber escuchar. El enfermo no solo reclama del equipo médico una solución para sus dolores físicos, sino que se le dedique tiempo para escucharle.
Estas
dos actitudes han de estar presentes en todos los miembros que integran el
equipo de medicina paliativa.
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